Durante los últimos años, la enseñanza virtual se ha visto rodeada de una serie de mitos y leyendas «urbanas» producto del vertiginoso auge de esta modalidad de estudios. Como suele suceder con una realidad cuando ésta se vuelve colectiva, la masificación de la enseñanza virtual ha despertado pasiones producto de sus grandes beneficios y su fácil acceso, pero también ha generado una serie de falsas expectativas basadas en el desconocimiento de sus verdaderos alcances, lo cual puede generar frustración y desencanto en el uso de este medio educativo.
Este artículo de opinión pretende desmitificar la educación virtual, con el fin de utilizar al máximo sus posibilidades y excelentes beneficios como espacio de intercambio académico:
Mito 1: La educación virtual requiere menos tiempo de estudio
Esta afirmación es falsa, especialmente en los cursos universitarios. La razón es que los cursos de educación formal se miden por «créditos», los cuales son una unidad de medida del tiempo dedicado a una materia universitaria. La equivalencia universal es de 3 horas semanales dedicadas a labores académicas por cada crédito universitario. Por ejemplo, si un curso tiene 4 créditos, significa que el docente debe facilitar hasta 12 horas semanales de trabajos, lecturas, asignaciones u otros. A menos de que el curso virtual disponga de menos créditos que uno presencial, la exigencia de tiempo de estudio debe ser la misma.
Mito 2: Un curso virtual es igual a un curso presencial, solo que por Internet
El mito es falso y su origen se debe al desconocimiento en educación virtual de muchos profesores que pasan del mundo de enseñanza presencial al virtual sin la debida certificación. Las herramientas disponibles hoy en día para el elearning son vastas y abren un sinfín de oportunidades imposibles de aprovechar en el plano presencial de un curso. Inclusive, el diseño curricular de una materia debe ser desarrollado especialmente para ser facilitado de forma virtual y alcanzar los mismos objetivos de comprensión que en su homólogo presencial, de ser el caso.
Mito 3: El alumno debe ser un experto en tecnologías de comunicación
Este mito es falso, principalmente por el tipo de plataformas de aprendizaje disponibles actualmente en el mercado, las cuales están diseñadas para que cualquier usuario con conocimientos básicos en alguna suite ofimática (Office, OpenOffice…) pueda sacar el máximo provecho a un curso. Ahora bien, es verdad que cuánto mayor conocimiento disponga el estudiante sobre uso de Internet, mayor provecho le puede sacar al curso.
Mito 4: Cualquier profesor está capacitado para dar un curso virtual
Este también es un mito falso, pues la capacitación y certificación de un docente universitario en metodologías de enseñanza virtual es la única garantía que dispone el estudiante de que el producto final será de calidad (aunado, desde luego, al conocimiento del docente sobre la materia). En Costa Rica y en algunas universidades como ULACIT, únicamente los docentes certificados en elearning pueden facilitar sus cursos en modo virtual.
Mito 5: Los cursos virtuales son mas costosos / más baratos
Este es un mito doble y, por lo tanto, doblemente falso. En primer lugar se piensa que los cursos virtuales deberían siempre ser más económicos porque la institución ahorra en costos operativos fijos y variables. Realmente, el ahorro para la institución se da en 2 rubros: en electricidad (del aula mientras dura una clase) y en asignación de aulas (costo de oportunidad); todos los demás costos asociados a un curso siguen siendo los mismos (especialmente ahora que ya no se entrega material impreso). Por esta misma razón, tampoco se justifica que un curso virtual sea más costoso que uno presencial, por más que se deba realizar una inversión importante en las licencias y mantenimiento de la plataforma virtual (hay opciones muy económicas además).
Mito 6: Los cursos virtuales son para todos
Si bien es cierto, cada vez más personas pueden acceder fácilmente a un curso virtual, no todas ellas obtendrán el máximo provecho del mismo. Una de las grandes carencias de este medio educativo es el contacto físico con los pares, lo cual repercute en la dinámica social de un curso. Para muchos estudiantes, este es un factor fundamental para generar la percepción de aprendizaje: el poder interactuar en tiempo real y físicamente con sus compañeros y el profesor. Ante esta necesidad, las plataformas virtuales han ido evolucionando con una serie de herramientas sociales que ayudan a mitigar este efecto, pero aquellos que necesitan imprescindiblemente de esta relación para poder aprender, pueden tener inconvenientes al llevar cursos virtuales.
Mito 7: En un curso virtual puedo estudiar cuando quiera
Este es un mito verdadero y, usualmente, es una razón importante para decidir si llevar un curso virtual o presencial. No obstante, siempre es recomendable destinar los mismos días y la misma cantidad de horas de estudio todas las semanas. La disciplina es de vital importancia para llevar un curso virtual de forma exitosa.
Mito 8: La calidad de los cursos virtuales es menor
Este mito es falso pues no existe alguna razón para que un curso virtual tenga una calidad educativa menor a su homólogo presencial. La calidad de un curso, en general, no depende del medio que se utilice para facilitarlo, sino de la experiencia del profesor (como docente y como especialista en su materia), los materiales / herramientas empleadas y la interacción de los estudiantes durante el curso. Al final, el medio no hace al curso, sino los que participan en éste.
Mito 9: Es más fácil desertar en un curso virtual
Este mito es falso y nace de la idea de que el costo de oportunidad de dejar un curso virtual es menor al de uno presencial. Por ejemplo, las personas piensan que abandonar un curso presencial implica «echar por la borda» el costo de transporte y tiempo de traslados (aparte del costo del curso), mientras que desertar de un curso virtual es tan fácil como apagar la computadora. Aunque este razonamiento es cierto, la principal causa de deserción de un curso es la desmotivación del mismo, no el costo en dinero y tiempo del traslado. Por esta razón, mantenerse motivado en un curso presencial o virtual garantizan el mismo éxito en terminarlo.
Mito 10: En un curso virtual hay que leer mucho
El mito es falso porque la cantidad de lectura de un curso no esta ligada al medio por el cual se facilita. El que se deba leer demasiado o no (que no tiene nada de malo, por cierto) dependerá principalmente del nivel de exigencia del curso, de la calidad del mismo, de su tiempo de duración, del uso de otras herramientas de aprendizaje y del grado de dificultad de la materia en estudio. Ahora bien, la razón por la cual dejé este mito al final de la lista es porque también esta ligado directamente con el mito 1.
La educación virtual presenta muchas ventajas que la perfilan como el medio de educación del futuro desarrollado desde el presente. Pese a todos estos mitos, este modo educativo siempre será una oportunidad de estudio para aquellos cuyo estilo de vida exija un mecanismo de aprendizaje efectivo y eficiente. Al fin y al cabo, el éxito en un curso, sin importar la modalidad en la cual es impartido, dependerá del compromiso de las partes involucradas y del grado de motivación real por ser excelente física y virtualmente.